El último trimestre del año siempre concentra una avalancha de promociones bancarias. Las entidades buscan cerrar el ejercicio captando nuevas hipotecas, y para ello lanzan campañas comerciales atractivas. Sin embargo, no todas las ofertas son tan buenas como parecen a simple vista.
Promociones reales: pequeñas rebajas, efectos prácticos
En noviembre 2025 se observan:
- Bajadas de entre 0,10 y 0,20 puntos en algunos tramos fijos.
- Eliminación de comisiones de apertura para perfiles muy solventes.
- Bonificaciones por contratación digital o domiciliación de productos.
- Tipos mixtos más agresivos durante el tramo fijo inicial.
Estas ofertas son reales, pero suelen aplicarse únicamente a clientes con estabilidad laboral, historial financiero impecable o aportación inicial significativa.
La cruz de la moneda: más vinculación que nunca
La parte menos visible de estas campañas es que los bancos han aumentado la exigencia de productos vinculados, tales como:
- Seguros de hogar y vida con la propia entidad.
- Tarjetas con gasto mínimo mensual.
- Planes de ahorro o inversión.
- Alarma, servicios de mantenimiento o protección de pagos.
En muchos casos, estas vinculaciones incrementan el coste total más que la mejora ofrecida en el tipo de interés.
Subidas silenciosas en algunas entidades
Mientras unos bancos compiten, otros aprovechan para ajustar al alza tipos fijos y recortar bonificaciones. Esto crea un escenario heterogéneo en el que comparar ofertas es más complejo que nunca.
Cómo debe actuar el comprador (y la inmobiliaria)
- Evaluar la TAE y no solo el TIN.
- Analizar costes de seguro, comisiones y productos obligatorios.
- Comparar la cuota real durante todo el préstamo.
- Solicitar asesoramiento profesional independiente.
Conclusión
Las ofertas de fin de año pueden ser una oportunidad, pero requieren una lectura crítica. No todas las promociones son lo que parecen. La clave está en analizar el coste total real para evitar sorpresas.